Un vínculo de amor

El don de Piedad no cosiste en la práctica de la religiosidad sino en un trato filial de amor con Dios y con el prójimo. Dar reverencia, adoración y respeto a Dios como Creador, Padre y Señor nuestro, y cuidar de todo lo que Él ha hecho por amor a nosotros y preocuparme por mi prójimo.