Las trágicas consecuencias de nuestro pecado

La vida de unión en el Espíritu Santo es imprescindible para ser partícipes de todas las Gracias y bendiciones que como hijos adoptivos de Dios hemos recibido desde nuestro Bautismo. Alejarnos y expulsar al Dulce Huésped de Alma por el pecado mortal, conlleva trágicas consecuencias.