Cómo creer sin vacilar
La fe como fruto del Espíritu Santo, es resultado de la Virtud Teologal de la Fe, que nos impulsa a creer en Dios y a creerle a Él. Provocando en nosotros cierta facilidad para aceptar todo lo que hay que creer, firmeza para afianzarnos en ello y seguridad de la verdad que creemos sin sentir repugnancias ni dudas, al punto de profesarla, enseñarla, defenderla y si es necesario dar hasta la vida.