Serán mis amigos si hacen lo que digo

Vivimos en una sociedad occidental que se acerca a la total descristianización. Si algo hay positivo es que cada vez se hace más fácil diferenciar la paja del grano. No importan nuestros títulos católicos, si no obedecemos lo que Jesús nos dejó, podremos engañar al mundo y a nosotros mismos pero no a Dios.